La decisión del presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy (PP), de trasladar los días festivos que caigan entre semana a los lunes para así pegarlos al fin de semana y suprimir los largos puentes abre una esperanza a los empresarios del sector turístico asturiano, pues consideran que esta modificación favorecerá la ocupación hotelera y la demanda turística en Asturias.
Así lo manifestó ayer José Almeida, presidente de Hostelería de Asturias, que aglutina a más de 1.600 socios. «Lo que está claro es que la gente se mueve más si dispone de tres días de descanso, y no si tiene un día suelto en mitad de semana. Esperamos que este cambio beneficie los datos del último año en la región». El último puente de diciembre, el de la Constitución y la Inmaculada, supuso para el sector turístico asturiano el mayor batacazo de los últimos años. Los hoteles rondaron una ocupación del treinta por ciento y la Federación de Turismo Rural explicó que en este tipo de instalaciones los datos fueron desastrosos, con niveles de ocupación mínimos. El motivo principal que alegaron los empresarios es que las fiestas habían caído entre semana, siendo festivos el martes 6 y jueves 8, lo que frenó las salidas turísticas, ya que pocos fueron los que pudieron unir los festivos con días de descanso. «Ahora será más fácil captar turistas y así lo defienden también desde la Federación Asturiana de Empresarios (FADE)», explicó Almeida.
